«Yo vivo gracias al trasplante de órganos»

Soy Pablo Calvo, tengo 34 años, oriundo de Vivoratá, pueblo de 2000 habitantes ubicado a 30 km de Mar de Plata y vivo con mis padres. A los 26 años me diagnosticaron fibrosis quística.

El pasado 02/07 después de un mes y dos días de haber recibido un trasplante bipulmonar, me fui del Hospital Italiano.

Mi historia con el trasplante se resume en esto: desde un comienzo se espera el fin…. Toda persona mental y físicamente se prepara para tamaña intervención. Nuestros aliados en este proceso son el esfuerzo, la dedicación, la voluntad, la fé de Dios (que en mi caso es la más intensa de todas las fuerzas), la constancia, la cabeza y el corazón «frío». Cuanto mejor estés con respecto a tu estado general previo, ya sea a nivel físico  y sobre todo nutricional,  más rápida será la esperada recuperación y la llegada de la tan ansiada alta post trasplante.
Depende de uno mismo, no de otros. Depende de la actitud que asumís desde el momento en que te bañás, te pones el camisolin y te disponés para ir al quirófano, para ser sometido a ese complejo procedimiento quirúrgico por cual un grupo de profesionales expertos pueden cambiar tu vida y tu historia para siempre.
En el ínterin, suponés, analizás, sacás miles de conclusiones y, aunque logres aferrarte a la idea de que todo va a estar bien, la incertidumbre es inmensa.  Parece que no llega nunca, pero sucede: en un momento la intervención ya se realizó y muy lentamente te despertás en la Terapia Intensiva.  Es entonces más que nunca cuando el resultado depende de uno mismo. Pero también, el estado del día a día post trasplante varía de acuerdo a la paciencia, a la buena voluntad y a la empatía de todos los actores principales que te acompañan en este nuevo camino, ya sean médic#s, kinesiólog#s, enfermer#s, personal de limpieza, que con su aporte hacen posible que las cosas  se desarrollen como se espera.
Soy un paciente al que se le hizo trasplante Bipulmonar; no cualquier día sino un 30 de mayo, que es el día de la donación de órganos. Lo especial de la fecha quizás anunciaba lo maravilloso que iba a ser el trayecto a recorrer de la mano de una increíble asistencia profesional que nunca hizo faltar la tan necesaria la contención emocional (que fue lo que ayudó a complementar estás ganas de salir adelante). Estoy seguro que el cambio que ayudaron a producir en mi vida algún día será retribuido: con las gracias NO ALCANZA

Quise contarles mi experiencia, no porque  sea un ejemplo de nada, sino quiero que sepan que la vida a pesar de las enfermedades y el dolor, lucha por seguir. Aquel que dona órganos, está donando vida.

El pasado 04/07 La Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina aprobó por unanimidad la nueva Ley de Trasplante de Órganos y Tejidos, también conocida como #LeyJustina. Esta ley dispone que todas las personas mayores de 18 años sean donantes de órganos o tejidos, salvo que en vida dejen constancia expresa de lo contrario. El proyecto, que recibió 202 votos afirmativos, está inspirado en el caso de Justina Lo Cane, una menor de 12 años que murió en noviembre pasado en la Fundación Favaloro mientras aguardaba un trasplante de corazón. La iniciativa también había sido votada por unanimidad en el Senado.
Con esta modificación, se facilitan los procesos de donación en los hospitales, quedan explicitados todos los derechos de donantes y receptores, se establece un régimen de capacitación permanente y se simplifican y optimizan los procesos que requieren intervención judicial, entre otros puntos destacados.

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